Lo que busco ya no existe,
pero luego estás tú que me recompone,
Eres todas las ciudades que me faltan recorrer.
Todos los besos que me atan.
Estoy atraído por tu calma,
pero la impermanencia es mi senda visible,
Y es la misma que me hace entenderte en todas tus formas,
Ya no hay latidos débiles.
La boca es mi camino,
Un sol que aplasta mi cabeza,
la manía que llevo de enterrarte
Entre mis huesos.
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