En el capítulo La revolución científica del libro Animales a Dioses de Yuval Noah, menciona como las estrategias que tuvieron los emperadores, reyes o conquistadores, resultaron con éxito para el logro de sus conquistas, no fue con base en la fuerza de las tecnologías de ese tiempo, como por ejemplo ahora en la reciente segunda Guerra Mundial donde una bomba atómica pudo embolsar una rápida victoria, sino más bien, fue principalmente gracias a la superioridad en sus tácticas. Líderes como Napoleón, obtuvieron sus hazañas por un conjunto de estratagemas militares notables, quiénes en algunos años posteriormente llegaron a ser los emperadores de aquellas naciones, y eso les otorgo una fuerza desconocida a sus futuros discursos. Esta parte me invita a reflexionar y dar cotejo, a uno de los tantos problemas que tenemos en nuestra política moderna.
Hoy en día , al parecer el juicio de los líderes actuales, se muestra como un reflejo de aquellos emperadores en cuánto a su cosmovisión de poder, y más que nada en su supuesta sagacidad para predecir eventos futuros, creo que esta semblanza de los ídolos políticos en la historia, sobre creer tener la razón en su discurso de acuerdo a su instinto, se ha introducido escrupulosamente en muchos gobernantes del mundo actual, quiénes en su fantasía embelesada por la alabanza, emulan al emperador de la antigua Roma de una manera anacrónica , y esto puede traer en consecuencia, una profunda crisis y desastres económicos.
Para dar más comprensión a mis palabras, podemos hacer una analogía de la Antigua Grecia y algunos emperadores romanos, ante el demandante culto que tenían sobre las místicas verdades que decía el oráculo de Delfos. Antes de ser destruido por el imperante cristianismo que optó Roma, fue un recinto sagrado donde acudían reyes, emperadores o militares para consultar mediante una pitonisa, el posible vaticinio de las decisiones políticas o las estrategias en las guerras, ahora para muchos esto nos resultaría una idea muy cándida, pero lejos no está, como manera de imitación en nuestras realidades contemporáneas...
Y es que esta auto-vanaglorificación, crea que sus retóricas se vuelvan tan determinantes, al punto de que no distingan, ante una realidad muy evidente.
Tenemos como buena referencia, la presente pandemia, donde ninguno de los países, inclusive los que creíamos que eran las super-potencias salvadoras del futuro y héroes indómitos, han encontrado una solución viable, para no salir tan debilitados por el enemigo invisible. Otra de las cosas más interesantes de todo este fenómeno, es que hay países donde el gobierno ha logrado muy buenos resultados, y curiosamente sus líderes, no son hombres sino mujeres mayormente, y esto podría dar comienzo a un debate sobre el género, pero posiblemente sea más que nada por el pensamiento colectivo de equidad, que existe en esas naciones y la cooperación con inteligencia y precisión de sus líderes poĺíticos, sin llenarse de protagonismos absurdos y falaces homilías.
Bolsonaro se supera y toma distancia en la competencia de declaraciones estupidas y peligrosas sobre el Coronavirus.
— Félix de Bedout (@fdbedout) March 28, 2020
Brasil casos confirmados +3417. pic.twitter.com/nLXHAJmDmN
Esto nos prueba que existen mejores alternativas que la simple intuición o el vacuo discurso, se requieren mejores opiniones de los expertos en este caso, en el tema de salud (epidemiólogos) y menos gobiernos que defiendan sus ideas con su egocentrismo o bien, tomar en cuenta las gestiones de quienes realmente han logrado manejar este problema con inteligencia, paciencia y sin devoción a su autoridad.
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