
Hay una fuerte tendencia en la redes sociales, por una ola de defensas contra el racismo, y dentro de ese cúmulo mediático, existen sectores que sobrellevan su argumento mediante muchos mitos, y que buscan comparar los problemas latentes con sus experiencias de discriminación.
Que nunca he sufrido racismo? 😂Probablemente soy la mujer latinoamericana viva que ha sido más insultada por ser blanca y rubia porque es es sinónimo de dinero cuando de hecho mi familia llegó igualito que los mojados morenitos a Guatemala sin nada. Porque racismo es racismo
— Gloria Álvarez (@GloriaAlvarez85) June 8, 2020
Realmente esta élite, o como suelen llamarle "burbuja de privilegios", son los que principalmente, crean estos modelos de segregación contra los que sí han vivido situaciones de racismo, y de algún modo buscan un escape para resarcir sus manchas en el pasado en medio del movimiento.
Es un hecho muy comprobado, que al momento de mostrar empatía, llegan a ser muy exagerados, para las personas que verdaderamente siempre han sufrido discriminación, escribía antes sobre el poder que mantienen las élites y su constante búsqueda de equilibrio para construir una percepción de la realidad con base en las jerarquías, ahora pretendo profundizar un poco en el colectivo cínico, que intenta mostrarse empático, para sanar sus culpas que han estado mitigando durante muchos años. Todos estos actos de liberación y cambio, dan un panorama de miedo para aquellos que han silenciado su fuerte opresión contra los "contaminados". Como si mitigar todo resultará, de solo alzar una falsa e hipócrita bandera de "Estamos contigo".
#BlackLivesMatter pic.twitter.com/ntTrskxav9
— JUANPA ZURITA 🇲🇽 (@JuanpaZurita) May 31, 2020
o los mensajes super-positivos que siempre llevan consigo una cara falsa, que intenta con indescriptible soberbia, minimizar el miedo constante a morir o disponer de la voluntad de no poder sentirse mal "porque a mí también me pasó...".
Pero si fuera esto poco,volverse protagonistas de la tendencia, entonces ahora sí, ofender es un peligro para estos individuos, y la victimización es un recurso muy bondadoso que medica la culpa.
Esta pseudo-simpatías no representan ninguna consciencia honesta y tampoco ayudan en NADA, algo realmente valioso sería repensar los actos que tenemos como sociedad acerca de estas cuestiones tan enraizadas con los nuestros, y asegurar protección a quiénes sufren de estos males o si está en nuestra posibilidades, ser partícipes de las protestas y no satanizarlas como si se tratara de actos de vándalos porque ofenden nuestra "moralidad superior".
Comentarios
Publicar un comentario